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Llega el solsticio de invierno: conectá con la energía disponible

El próximo 21 de junio recibimos el invierno y será la noche más larga del año.

Celebrado y honrado por muchas culturas a lo largo de la historia, el invierno se considera un tiempo de renovación, introspección y conexión con lo divino.


Los antiguos encendían velas y fogatas para llamar al amanecer, a la luz y a la transformación. El fuego simbolizaba la luz en medio de la oscuridad y el triunfo de la vida sobre la muerte.


Durante este período de oscuridad, la invitación es a habitar nuestro propio invierno, confiando en la sabiduría de la naturaleza para poder entregarnos al proceso de transformación.


El Invierno es un período de retraimiento, conexión profunda con la raíz y purificación, y la energía disponible en este período nos invita a:

  • Conectar con la idea del renacimiento y renovación; reconociendo lo inseparable de la vida y la muerte y la necesidad de soltar para que llegue lo nuevo.

  • Encontrarnos en nuestra propia oscuridad: darle la bienvenida, recorrerla y transitarla: ir hacia adentro y enfocarnos en nuestros procesos.

  • Celebrar a la Naturaleza, honrando la importancia de la ciclicidad que transitamos y habita en nosotros. Reconocer esa sabiduría y darle espacio en nuestro sentir.

  • Entender lo necesario de las pausas y el descanso; reconocerlas como parte del camino y poder sostener el "no hacer". En la naturaleza, la semilla se mantiene en aparente quietud; a la vista no hay avances pero el verdadero trabajo está ocurriendo en lo profundo.

Aunque parezca un tiempo oscuro, estamos en un proceso de transformación vital y por eso, el sentimiento que predomina es la esperanza.


Algunos rituales que podés hacer estos días:


Desde la energía de Tarot, te invito a conectar con el Arcano Mayor del Ermitaño que representa la sabiduría, la introspección y la búsqueda interior. Podés incluir la carta en tus rituales o ponerla en tu altar para conectar con su intención.


También podés armar tu altar honrando la naturaleza, donde estén presentes los elementos.

Procurá mantenerlo iluminado, simbolizando la luz que, aunque aún no se vea, allí está.

  • El fuego que nos conecta con la llama vital.

  • El Agua vinculado a la instrospección y el fluir de nuestros procesos.

  • El Aire que representa nuestros pensamientos y el diálogo interno con nosotros mismos.

  • La Tierra que nos conecta con la semilla que somos y los procesos por los que debemos transcurrir, desde la oscuridad, para finalmente ver la luz y florecer.


¡Que tengas un invierno transformador!

 
 
 

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