Sobre SAGRADA
Sagrada es mucho más que lo que pueda decir y me resulta difícil darle unas pocas palabras por todo lo que significa para mí. Este espacio de conexión existe desde mucho antes que su nombre, sus colores o su logo.
Me animo a decir que existe desde mucho antes de yo saberlo y concebirlo como tal.
Todos mis procesos me llevaron frente a esta puerta que el Universo se encargó de convencerme que es hora de abrir. Sagrada es la conjunción de todo lo que amo: la magia, la intuición, comunicar, compartir, experimentar, buscar y atreverme a navegar procesos que todos transitamos.
Sagrada soy yo y también somos todos en la búsqueda de nosotros mismos.
En Sagrada comparto todo lo que aprendí, y sigo aprendiendo, en mi camino de evolución. A través de diferentes propuestas como pequeños objetos para tus rituales, encuentros temáticos, Tarot Terapéutico y el esperado Podcast (próximamente), la idea es encontrarnos en la magia y acompañarnos a transitar nuestros viajes amorosamente.
¿Por qué “Sagrada”?
Sagrada es, entre algunos otros significados, digna de veneración y respeto. Irrenunciable. Lugar de refugio para los perseguidos.
“Sagrada” es mi propio camino de amor, aceptación, merecimiento y autoencuentro. Soy sagrada porque me elijo a cada paso, me volví mi propio refugio y aprendí que a lo único que nunca voy a renunciar es a mí misma. Soy sagrada porque mi lugar es mío, sé quién soy y lo que quiero. Soy sagrada porque me permito brillar y soy intensa como el fuego que ilumina los lugares más oscuros. Soy sagrada porque no soy perfecta, me equivoco, me pierdo y me quemo en mi propio dolor, cuando mis procesos van a lo profundo. Soy sagrada porque me atrevo sentir. Soy sagrada porque abrazo mi proceso y ya no pregunto por qué. Soy sagrada porque mi viaje es ser feliz y trabajo cada día para eso.
¿Qué representa la imagen?
La imagen de Sagrada es “La Emperatriz” del Tarot. Este Arcano Mayor representa a una mujer plena y alegre, segura de sí misma, abundante y despreocupada. Su capacidad creativa está alineada con sus deseos y aquello que siente e intuye, lo concreta en el plano material. Abierta, fecunda, expansiva y lúdica, “La Emperatriz” es auténtica e inocente. No hay experiencia ni forma precisa, solo hay presencia: Acá estoy.
En esta interpretación del Arquetipo III, La Emperatriz aparece con un manto y la luna sobre su cabeza, recondándonos también al Arcano II, La Suma Sacedotisa que nos conecta con la intuición, la conexión emocional, su compromiso con sus propio inconsciente y la búsqueda profunda desde sus emociones.